Louis Thomas Nuiratte (o Nuirate)

Louis-Thomas Nuirate nació en Marsella o, más probablemente, en Martigues el 21 de diciembre de 1724. Estudió en el Colegio de Belzunce regido por los jesuitas. Ingresó en los mínimos en Aix, profesando el 6 de enero de 1741. Una vez ordenado sacerdote, fue destinado a la enseñanza. Fue profesor de retórica en el colegio de la Orden de La Ciotat. Pasó al cabo de un tiempo al convento romano de Trinità-dei-Monti, donde fue elegido Corrector. En la urbe fue miembro de la Arcadia. Al cabo de tres años regresó a la Provincia de Provenza. Allí, a los 36 años de edad, fue elegido unánimente Provincial, sucediendo en el cargo al Padre Marin. Participó en los Capítulos Generales de 1764 y de 1768. En Marsella, una vez cumplidos sus plazos de gobierno y sacrificando su inclinación al estudio y al retiro, se dedicó al servicio de la confesionario y a la predicación sagrada. También ejerció de Maestro de Novicios y de Lector de Teología. En 1768 examinaba como teólogo las Lettres Ascetiques de Padre Marin. La mayor parte de los recursos de que disponía (una pensión que, con permiso de la Orden, recibía de su madre) los destinaba a enriquecer la biblioteca conventual, convenciendo a otros religiosos, como el Padre Colonia, a que contribuyeran a tal objetivo.
Era superior local por tercera vez cuando se suprimieron los conventos. Logró que ninguno de los 22 religiosos que componían la comunidad prestara el juramento de la Constitución civil del clero, animando en el mismo sentido a otros sacerdotes y religiosos de otras Órdenes, ganándose de este modo la enemistad de los jacobinos marselleses que se impusieron el objetivo de eliminarlo. Junto con el padre Taxy se refugió en casa de una tía que vivía en la plaine Saint-Michel, aunque no por ello dejó, aumentando las medidas de prudencia, de administrar los sacramentos a los enfermos o de celebrar misa para las religiosas. Fueron apresados junto con el Padre Taxy y requeridos a prestar el juramento constitucional. Al negarse, se les condujo a la cárcel municipal. Allí trataron de convencerles el obispo Roux de Bouches-du-Rhone y otros sacerdotes constitucionalistas, proponiendo incluso al Padre Nuirate que, para calmar a la plebe que se encontraba en la plaza frente al edificio municipal, prestase el juramento con reserva mental, de modo que se les facilitaría incluso después que pudiesen partir para Roma a obtener la absolución. No admitiendo el mínimo la propuesta, le hicieron llegar unas cartas falsificadas como provinentes de Roma que aprobaban una fórmula especial de juramento, diciéndoles que había sido aceptada por eminentes sacerdotes de París. Finalmente, viendo que no era posible vencer su resistencia, se decidió, con excusa de protegerlos mejor, llevarlos a las cárceles del Palacio de Justicia. Entre las 10 y las 11 de la mañana del 23 de julio de 1792, en el trayecto, aun llevando guardias que los custodiaban, algunos sicarios se abalanzaron sobre ellos y los atacaron a sablazos y golpes de bayoneta. La multitud pisoteó sus cuerpos y, todavía vivos según algunas versiones de lo ocurrido, fueron colgados de unos fanales. Varias veces descolgaron los cadáveres y los arrastraron hasta cerca del convento de los mínimos donde volvieron a colgarlos. Finalmente, al anochecer, un oficial de la guardia mandó darles sepultura en el cementerio conventual. Pronto los Padre Nuirate y Taxy fueron objeto de la devoción popular. La historia de su martirio, compuesta en primera instancia por el Padre Gleise, fue después recogida por el Colega General Padre Brouchier.


Martirio de los Padres Nuiratte y Taxy

Miembro de la Academia de Marsella, el Padre Nuirate fue el autor de las siguientes obras: Oraison funèbre de M. De Belzunce, Marsella, 1756; Cantiques spirituels, à l'usage des missions de prètres séculiers (se citan impresiones en Marsella en 1761, 1775 y 1783); La vie du bienhereux Gaspard Bon de l'Ordre des Minimes, Marsella, 1788.

BIBLIOGRAFÍA:

En la sede de Marsella de los Archives départementales des Bouches-du-Rhône se conservan manuscritos de Jean-Baptiste Sardou y de Pierre Espeut relativos a la vida y martirio del Padre Nuirate.