
 
 Religioso sacerdote mínimo natural de Calais. Fue enviado a Roma, al convento de la Santísima Trinidad, en 1677 
 para encargarse de la farmacia conventual. Fue quien inició al Padre  
 Plumier  en el interés por la botánica. En la exposición floral que el convento organizaba con motivo de la fiesta patronal el Padre Sergeant introdujo una selección de plantas medicinales para atraer la atención del pueblo sobre la farmacia de los mínimos, 
 que consiguió rentabilizar de manera significativa, de forma que con sus 
 ingresos (y con los de benefactores agradecidos) se pudieron costear diversas 
 obras de mejora, implementación y ornato de las dependencias conventuales, 
 especialmente en la misma farmacia y en la biblioteca. En 1696 era consejero 
 del Corrector Billaudet. Al regresar a Francia en 1700, llevó consigo diversas reliquias, entre ellas las de los mártires Justino y Fortunato, que entregó al
  
 convento de Calais, y la del cráneo de San Liberato que donó a M.Gensse (quien lo legó al convento de clarisas de Gravelines).
 
 En su honor se dio el nombre de  Serjania a un género de plantas tropicales.