Cayetano Suñol Cudié

Religioso mínimo que era subdiácono cuando el convento de San Francisco de Paula de Barcelona fue asaltado en 1835. Como sacerdote exclaustrado, el Padre Suñol llevó a cabo una intensa labor de predicación en diversas iglesias y parroquias de Barcelona. En 1883 fue nombrado Comisario Apostólico de los Mínimos “pro Hispanica Ditione”. En 1890 fue nombrado Examinador Sinodal de la diócesis barcelonesa. En enero de 1893 expidió una carta de presentación para el sacerdote José Roldós cuando éste marchó a Roma con intención de entrar en la Orden. Cayetano Suñol falleció en Barcelona el 4 de febrero de 1897; era todavía Comisario Apostólico, Beneficiado de la Catedral y, además, decano del Colegio de San Severo. Sus exequias tuvieron lugar en la catedral al día siguiente, presidiendo el duelo el Provisor general de la diócesis.

Se le ha atribuido la autoría de la obra polemista y apologética: El Lucifer del siglo XIX o sea el Ateísmo personificado en Francisco Suñer y Capdevila Diputado a Cortes por el Distrito de Figueras en las Constituyentes de 1869 refutado por un católico a secas, Barcelona, 1869.