¿Qué es la Orden de los Mínimos?

La Orden de los Mínimos es un instituto religioso clerical de votos solemnes. En la Orden hay religiosos sacerdotes y religiosos hermanos.

San Francisco de Paula y la Orden de los Mínimos han sido queridos por Dios para hacer presente una necesidad siempre urgente en la Iglesia: “convertíos y creed”.

A la Orden le corresponde mantener vivas aquellas características visibles del seguimiento radical de Cristo inherentes a los antiguos Padres del desierto: la contemplación y la penitencia, aunque vinculadas al apostolado y la predicación propios de las Órdenes mendicantes.

Los tres consejos evangélicos (castidad, pobreza, obediencia) son respuesta al desafío lanzado siempre por el pecado que trata de apoderarse del mundo oponiéndolo a Dios. Pero es en especial el cuarto voto propio de la Orden Mínima, el voto de vida cuaresmal, y el estilo de vida que deriva de él lo que coloca a los mínimos en la primera línea del combate espiritual.

La vida fraterna en comunidad puede también ser una luz de libertad para todo ser humano aislado y cerrado en la búsqueda de sí mismo y de su afirmación personal.

 

¿Quién fue su Fundador? 

La Orden de los Mínimos fue fundada por San Francisco de Paula.

 

¿Por qué normas se rige?

Por la Regla aprobada en 1506, refrendada en el I Capítulo General de la Orden tras la muerte del Fundador y actualizada por las vigentes Constituciones de 1986.

 

¿Qué es el voto de vida cuaresmal?

Es la expresión más característica de la Orden. Comporta un espíritu y una práctica. El espíritu consiste en la vivencia permanente de la cuaresma: conversión a Dios, autodominio con atención a las necesidades del prójimo e íntima unión a la expiación redentora de Cristo. La práctica, además de comprender todo lo que manifieste tal espíritu, conlleva el signo particular de la perpetua abstinencia, dentro y fuera del convento, de la carne y sus derivados.

 

¿Qué requisitos se requieren para ingresar en la Orden?

 Los requisitos generales establecidos en el Código de Derecho Canónico.

Los aspirantes clérigos tienen que haber completado los estudios que posibilitan el acceso a la Universidad. Los aspirantes a hermanos legos tienen que haber completado la escolarización obligatoria.

Hay que tener en cuenta que ni la sencillez ni la humildad tienen que ver con la mediocridad. Los candidatos sólo son admitidos si presentan señales de vocación auténtica. Se requiere suficiente madurez humana y religiosa, capacidad para la lucha espiritual, espíritu de abnegación y servicio, así como aptitud para la vida comunitaria.

Dada la especificidad de la vida mínima, no suelen admitirse candidatos que superen los 50 años de edad.

 

 

¿Cuáles son las etapas de formación en la Orden?

 Tras unos primeros contactos, los candidatos pasan a la etapa de Postulantado o Prenoviciado que puede durar de uno a dos años.

El Noviciado suele durar un año y durante el mismo no se realizan estudios eclesiásticos institucionales, sino sólo los específicos de iniciación a la vida religiosa y de historia y espiritualidad de la Orden.

Tras el Noviciado, el candidato admitido emite la profesión de votos temporales, que se renueva anualmente durante tres años, después se renueva por dos años hasta la profesión solemne. Sólo después de la profesión solemne los clérigos pueden acceder a las sagradas órdenes. Desde que un candidato inicia el Prenoviciado hasta que llega a ser religioso sacerdote pueden transcurrir, por tanto, entre siete y nueve años.

¿A quien puedo dirigirme para discernir si Dios me llama a formar parte de la Orden?
Consulta la 
página de orientación vocacional.

¿Tiene la Orden una rama femenina?
Sí, las Monjas Mínimas. Son de clausura papal y su Regla fue también aprobada en 1506.
Puedes informarte sobre ellas en la página web de la Federación de Mínimas:
http://www.minimas.org/