Convento de la Orden de los Mínimos dedicado a Ntra. Sra de la Victoria. Los mínimos llegaron a Écija hacia 1506 y se establecieron primero en la ermita de San Martín hasta pasar a su ubicación definitiva. La Iglesia fue bendecida en 1509 por fray Francisco de Córdoba, obispo auxiliar de Sevilla. Fueron fundadores los cónyuges Francisco de Aguilar y Córdoba y Elvira Ponce de León (marqueses de Peñaflor); dejaron una renta condicionada a que se celebrase en esta casa el Capítulo Provincial. Tomó posesión fray Marcial des Voisins. Casa capaz para 40 religiosos, según Montoya. El convento fue objeto de disputa entre las provincias de Granada y Sevilla desde 1602; durante unos años quedó a la directa dependencia del Corrector General, siendo los religiosos por mitad de cada Provincia, alternándose en ella los respectivos Capítulos Provinciales. Fue asignado finalmente a la de Granada en 1616. A la historia del convento va ligado el prodigio obrado por
San Francisco de Paula con fray
Martín Marmolejo. Existe también la tradición de que en el lugar donde el convento se ubicaba se había aparecido en el siglo XV el apóstol San Pablo, patrono de la ciudad. Fue casa de estudios y noviciado, con habitación durante el siglo XVIII para más de 30 frailes. En 1785 el convento estaba habitado por 15 religiosos y tenía 33.789 reales de renta. Tenía 9 religiosos sacerdotes en 1821, cuando fue cerrado y enviados sus conventuales a la casa mínima de Utrera. Terminado el trienio constitucional, fue reabierto hasta la definitiva exclaustración de 1835. A mediados del XIX el convento era casa de vecinos.