El Elixir Vegetal de San Joaquín fue un medicamento patentado en 1921 en el Ministerio de Fomento, comercializado por los Padres Mínimos de Barcelona. Se decía haber sido compuesto por el Padre Roldós ("Padre Victorio") a partir de la combinación (secreta) de plantas medicinales. Se dispensaba en varios preparados de propiedades diferenciadas (antiapoplético, antirreumático, antieczemático, antinervioso y antifebril), aunque el más exitoso fue el antipoplético. Proporcionó a la farmacia conventual del convento de San Joaquín importantes ingresos durante la década de 1920-1930, aunque posteriormente, en la medida que surgieron otros medicamentos más baratos y que el Elixir requería cada vez más inversión en publicitarlo, su rentabilidad fue bajando. Desde 1932 la elaboración y venta se concedió a Hijos de José Tarrés, S. en C. y, a partir de 1936, a Establecimientos Vilar, S.A.; en 1957 dejó de fabricarse definitivamente.
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