Convento que había pertenecido a la provincia monástica de Sevilla.
Hubo un hospicio de los mínimos en las primeras décadas del siglo XVII, en
Fangas da Farinha, pero se cerró probablemente en 1640. La presencia de los mínimos
se inició otra vez en 1717, cuando el rey Juan V concede licencia para abrir un hospicio, gracias a la familiaridad que con el monarca y su familia gozaba fray
Ascencio Vaquero. En marzo de 1719 se recibió la autorización eclesiástica para la implantación. Para esta fundación fue enviado desde Sevilla fray
Francisco de la Peña, quien falleció al poco tiempo de estar en Lisboa.
Gobernada la casa por diversos superiores con título de Presidentes, en 1729
vino como Vicario Provincial el Padre Marcos Gonzávez de la Cruz, que la rigió
hasta su muerte en 1735. En 1739 el
Corrector General
Sirera separó esta casa de la provincia hispalense y la puso a su directa dependencia,
nombrando como Vicario General al Padre José Vinader. El General que le sucedió volvió la casa de Lisboa al antiguo
estatus de formar parte de la provincia hispalense. En 1753 el hospicio fue elevado a la categoría de convento; en 1761 fue nuevamente separado de Sevilla y nombrado un Vicario General que lo gobernase;
lo fue durante un tiempo fray
Francisco de Paula Bosio. Las obras de la iglesia se prolongaron hasta 1765. En 1833 los mínimos fueron despojados del convento y pasaron a vivir reunidos con otros religiosos hasta 1834, en que fueron extinguidas las Órdenes religiosas en Portugal.
El convento fue transformado en viviendas.