Aunque exista una antigua tradición sobre el paso de San Francisco de Paula por Nicotera y que hubiese señalado incluso el lugar donde habría de erigirse convento de sus frailes, las noticias documentadas parecen referir hacia 1592-1593 el inicio de la construcción del convento de los mínimos en esta ciudad con intervención de fray Pedro Groso y teniendo como fundador al caballero don Antonio Roca. Las edificaciones y trabajos no se completarán hasta 1713. Intitulado al Santo Fundador, aunque Montoya dice es convento de 24 religiosos, la verdad es que en 1664 era habitado sólo por seis religiosos, dos años después son ocho (incluyendo tres terciarios) y en 1684 eran 4 religiosos sacerdotes y dos legos. Durante este siglo XVII, son numerosas las donaciones y legados a favor de la comunidad. En el siglo XVIII el convento será casa de noviciado; en 1768 tenía 17 moradores. El complejo conventual se verá seriamente dañado por el terremoto de 1783. Con la supresión de 1809, todo queda abandonado hasta que a finales del siglo XIX Francesco Scardamaglia obtiene del Obispado el permiso-encargo de la reconstrucción primero de la iglesia y después del convento. En éste se instala en 1950 una comunidad de capuchinos que llegarán incluso a tener en él un seminario; a finales del siglo XX también los capuchinos dejaron Nicotera; sin embargo, se mantiene la devoción a San Francisco de Paula.
BIBLIOGRAFÍA: