Convento mínimo perteneciente a la Provincia de Calabria. Fue fundado en 1580. Según Montoya, fue fundación de doña Lucia Espinela, señora de Castroviejo, y de Fabrizio Carafa. Lanovius, en cambio, indica que fue iniciativa municipal; esto concuerda más con la documentación, según la cual hubo un acuerdo municipal de 15 de septiembre de 1579 y una convención con la Orden, representada, entre otros, por el Provincial Paolo da Briatico, formalizada el 19 de junio de 1580, por la cual se asignaba a los mínimos la iglesia de la cofradía de San Victorio y se les concedía una renta anual para la construcción del edificio conventual y para el mantenimiento de los frailes. Lanovius incurre en la contradicción de indicar en su año de fundación que el convento fue intitulado a Jesús María, mientras que en la relación de Provincias de su apéndice tercero indica como titular a San Víctor. El convento fue aceptado en el Capítulo General de 1581 celebrado en Barcelona. Montoya le asigna catorce religiosos; en 1641 lo habitaban diez frailes. El complejo conventual sufrió serios daños con el terremoto de 1783, aunque la iglesia todavía quedó en buenas condiciones. Los frailes salieron y la supresión oficial tuvo lugar en 1809. Sin embargo, en 1818 fue reabierto y hubo vida comunitaria durante algunos años. Con la supresión definitiva los locales se dedicaron a dependencias municipales.
BIBLIOGRAFÍA:
Enzo d'Agostino, «Devozione e culto a San Francesco di Paola nella diocesi di Locri-Gerace»», en Fede, pietà e religiosità popolare e San Francesco di Paola. Atti del II Convegno Internazionale di studio Paola 7-9 dicembre 1990, Roma, 1992, pp.569-572.