La fundación del convento de San Francisco de Paula en Turín tiene sus orígenes en el deseo del duque Carlos Manuel de Saboya de traer a los mínimos a la ciudad para la defensa de la fe católica. Hacia 1621-1623 los frailes ocuparon un humilde habitáculo junto a la iglesia de San Miguel. La consorte del duque
Victorio Amadeo I, Cristina de Borbón, se inscribió en la Tercera Orden y tuvo un hijo que atribuyó a la intercesión de San Francisco de Paula; por ello, favoreció la fundación de los mínimos en la ciudad con una generosa donación. Así, los religiosos tuvieron convento e iglesia, cuya construcción comenzó en 1632, dedicada al Santo en la Vía di Po
(se discute si sobre proyecto de Pellegrino Tibaldi, Maurizio Valperga o
Andrea Costaguta). El convento fue aceptado en el
Capítulo General celebrado en Marsella en 1635. En 1665 se terminó el altar mayor y en 1667 la fachada de la iglesia. Ésta se consagró en 1730.
En ella tuvieron enterramiento numerosas familias nobles de la ciudad. El
convento estaba habitado por 37 religiosos en 1781. En él tuvo su sede la
Accademia degli Eletti e degli Unanimi. Los mínimos fueron exclaustrados en 1801 con la ocupación francesa.
La iglesia fue convertida en parroquial y el convento tuvo diversos
destinos, siendo actualmente la sede de la Academia de Medicina.
Utilización actual del ex-convento mínimo:
BIBLIOGRAFÍA: