El convento de los mínimos de Verona, perteneciente a la Provincia de Venecia e intitulado a San Francisco de Paula, se fundó en 1593 en la zona de Campo Martio. Fueron protectores de los mínimos los señores Máximo y Agustín Giusti y el noble Julio Cagalli. Primeramente estuvo al frente del conveto fray Giovanni de Paterno. En 1600 eran sólo 16 frailes. Cuando Montoya escribe su Crónica, el convento estaba todavía edificándose y le asignaba capacidad para 32 religiosos y había lecciones de filosofía. En 1717 tenía 13 sacerdotes, 2 coristas, 5 novicios, 10 oblatos y 1 terciario; residía en él el Padre Provincial. A finales del siglo XVIII la biblioteca conventual contenía 4.000 volúmenes.
Cuando se promulgan las leyes eversivas napoleónicas, en Verona había 7 sacerdotes, 6 legos, 3 coristas y 3 domésticos. En el momento de la supresión, los mínimos tenían unos ingresos anuales de 7.633 libras milanesas. Tras la marcha de los frailes, los edificios tuvieron un uso predominantemente militar. Las sucesivas restauraciones efectuadas en la segunda mitad del siglo XX adoptaron el complejo conventual con destino, junto al convento de Santa María della Vittoria, a ser sede universitaria.
BIBLIOGRAFÍA:
Daniela Brunelli - Tiziana Franco (edtrs), San Francesco di Paola a Verona. Storia e contesto di un convento diventato sede universitaria, Sommacampagna, 2019.