Convento mínimo perteneciente a la Provincia de Tours. Intitulado a la Santísima Trinidad y a Santa Elena, tiene su origen hacia 1494, gracias a Pierre de Bojurbon (señor de Beaujeu) y a su esposa Anne de Valois (hija de Luis XI), en reconocimiento a San Francisco de Paula por la obtención de descendencia (Montoya atribuye erróneamente la fundación a Juana de Valois y le asigna 12 religiosos). La capilla fue consagrada por el Obispo de Auxerre. Entre los primeros superiores del convento cabe mencionar a Noel Olivier, Bernardino de Otranto, Nicolas des Voisins y Michel Lecomte. El convento fue saqueado y destruido por los calvinistas ("pieds-nuds" de Bourges enviados por el señor de la Bordimère). El Capítulo General de 1602 otorgó las prerrogativas de fundador a Pierre Fortet por su ayuda en la restauración del convento que había sido destruido "a fundamentis". En el siguiente Capítulo General de 1605 se reconoció también como fundador al señor de Dampierre. En mayo de 1614 la comunidad obtuvo patentes del rey Luis XIII en defensa de sus privilegios. En 1768 eran sólo 4 religiosos y tenían unas rentas estimadas en 1495 libras. En los últimos tiempos los mínimos de Gien pretendían que durante un tiempo habitó con ellos el mismo San Francisco de Paula, mostrando incluso su celda (algunos historiadores indican erróneamente San Vicente de Paúl). Suprimido durante la Revolución Francesa (sólo quedaban entonces 2 religiosos), el convento fue adquirido por un tal Barbou, comerciante ferretero, que transformó la iglesia en almacén. En 1821 el inglés Thomas A. Edmé Hulm (apodado Hall) adquirió el complejo y lo dedicó a fábrica de porcelana, que ha alcanzado andando el tiempo un cierto renombre por la creatividad y la calidad de las piezas producidas.