Natural de Dreux, a los diecisiete años ingresó en la Compañía de Jesús, permaneciendo en ella cuatro años. Pasó después a la Orden de los Mínimos, profesando en Amiens el 24 de mayo de 1626. Fue un ejemplo de virtud. Además, dotado como estaba de ingenio y capacidad para penetrar y resolver cuestiones tanto filosóficas como teológicas, se le empleó en la formación de coristas durante muchos años. Tuvo el don de lágrimas. En 1650 se hallaba en Guise cuando la ciudad fue asediada; pasó al Castillo con otros tres frailes y allí con su palabra y su ejemplo animó ferviente e incansablemente a los soldados en la resistencia y prestó consuelo a heridos y moribundos hasta que el sitio fue levantado. Falleció en Amiens el 26 de febrero de 1679.
BIBLIOGRAFÍA: