Ermitaño de origen borgoñón del que se poseen pocos datos; algunas fuentes dicen que pertenecía a la Orden de los Mínimos (Bons-Hommes). Gozaba de reputación de santo taumaturgo, así como de brillante predicador. Como predicador estuvo en Dijon en 1538 a instancias del Cardenal de Givry. Allí, con la colaboración de la princesa de Orange, trató de fundar una casa de recogimiento de mujeres arrepentidas. No obstante, a instancias del rey Francisco I tuvo que marchar rápidamente a París para orar por el restablecimiento del canciller Poyet. Obtenida la curación de éste, trató de reemprender la fundación en Dijon, pero la muerte de la princesa de Orange y otras adversidades terminaron por frustrar aquel proyecto. Al año siguiente, lo encontramos en Troyes, donde tuvo una entusiasta acogida; se dice que para oír sus predicaciones había que coger sitio en la iglesia con dos horas o más de antelación. En agosto de 1539 estaba, dicese que casi ciego, en Marsella, donde también predicó con éxito e hizo algunas curaciones. No se tienen más datos sobre él, aunque en 1539 se publicó en París el pequeño opúsculo: Sensuit ung petit traicté ou sont contenues aulcunes instructions et oraisons tres salutaires a tous chrestiens et chrestiennes, composé par frere Charles de Parenti dict Bournisiam, prebstre hermite demourant en Bourgongne.