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Monasterio de Sevilla - Triana

Las mínimas se trasladaron a Sevilla, al barrio de Triana, hacia 1564-1566 (durante el provincialato del Padre José Muñoz), procedentes de Fuentes de León; entre las motivaciones del traslado se alegaron la mayor disponibilidad de pescado, la riqueza de la ciudad hispalense y el no existir ningún monasterio de clausura en el arrabal de Triana. El monasterio se edificó en la calle Cava (actual Pagés del Corro) y contó al inicio con trece monjas profesas de coro, varias legas y una novicia. El monasterio se intituló a Nuestra Señora de la Consolación. En 1595, con ocasión de una de las avenidas del río, la inundación del monasterio llegó a tal magnitud que tuvieron que salir las monjas de él y refugiarse en el centro de la ciudad. Fueron adquiridas unas casas en calle Sierpes y allí se establecieron construyendo un nuevo monasterio y dejando en 1596 el de Triana abandonado. Sin embargo, los habitantes del barrio no se resignaron a perder a sus monjas. Dirigieron petición al General de los Mínimos, ofreciendo vocaciones con sus correspondientes dotes. El General Durand comisionó a los Padres Rodrigo Jiménez y Luis de Prados para tal refundación y el mantenimiento inicial de 12 religiosas, que se enviarían desde el monasterio de calle Sierpes. Aunque los documentos iniciales se referían al nuevo monasterio como de Jesús María,  el título que se le dio finalmente fue de Nuestra Señora de la Salud (aunque algunos cronistas sevillanos se refieran a él como La Encarnación), quedando reedificado y fundado en abril de 1602. En su Coronica (1619) Montoya le da capacidad para setenta religiosas. En 1755 el monasterio sufrió importantes daños por el terremoto llamado de Lisboa; gracias a la ayuda de don Miguel de Cossío y de don José Aguilar y Cueto, su restauración terminó en 1760. En 1837 las mínimas de Triana tuvieron que reunirse con las de calle Sierpes; su convento fue vendido y convertido en casa de vecinos. En mayo de 1879, perdido ya el monasterio de Sierpes, pudo readquirirse el monasterio de Triana con la antigua advocación inicial de Nuestra Señora de Consolación. Durante la Segunda República tuvieron que pasar unos meses exclaustradas, sin que desde entonces hayan dejado de habitar el monasterio.

  Claustro Mínimas

Un ala del claustro