Religioso mínimo natural de Granada, donde fue novicio (tuvo como Maestro al Padre Fray Francisco de Baeza) y donde profesó el 2 de agosto de 1543. Perito en latinidad y retórica, materia esta última que pasó muchos años enseñando en Francia (hablaba francés e italiano), especialmente en Toulouse. Fue Corrector en varios conventos de Andalucía y de Francia. Participó en el enigmático (porque no se conservan actas) Capítulo General celebrado en Fréjus en 1565, del que él mismo dice "magnum in eo fuit dissidium" (de hecho, él, junto con los frailes franceses, se habrían opuesto a la elección del Padre Giovanni de Fiumefreddo). En 1579 el Padre Jiménez sustituyó al fallecido Gabriel Español en el cargo de Colega General. Pasó sus últimos años en Málaga, donde, pese a sus achaques, dio ejemplo siempre de fidelidad al rezo coral y a la vida cuaresmal. Murió alli nonagenario en el año 1604, siendo enterrado en el claustro. Dejó unos apuntes históricos de los que se sirvieron oportunamente tanto Morales en su Epítome como Montoya en su Coronica.