Era hijo de Juan Florit (de Palma) y Antonia Ginard (de Artá). Profesó en la Orden de los Mínimos para corista y organista el 16 de febrero de 1757, en manos del Provincial de Mallorca Andrés Obrador. Fue autor de una famosa Missa de Réquiem. En 1805 dirigió petición a la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares manifestando que había servido como organista por 50 años y solicitando le fueran otorgados los privilegios y exenciones de los ex-Provinciales; la Congregación, considerando lo informado por el Vice-Procurador, resolvió deferir la concesión al criterio del Corrector General. El Padre Florit falleció en 1819.