Religioso mínimo que perteneció a la Provincia de Aragón. Natural de Calanda, en 1835 era organista del convento de la Victoria de Zaragoza. De ideas liberales, en la tarde del 3 de abril de 1835, en el café Gimeno de Zaragoza, inició el motín que culminaría, al no poder entrar en el Palacio Arzobispal, con la matanza de religiosos de su propio convento y del convento de franciscanos de San Diego, además de dos presbíteros seculares y un librero. El relato del episodio dice que dio él mismo por muerto, al verlo inerte, al Padre Garroverea, quien, malherido, logró sin embargo sobrevivir. Procesado Gasque en rebeldía por el fiscal de la Comisión militar, pudo escapar de Zaragoza; alistado en las tropas cristinas, fue fusilado en Barbastro por los carlistas dos meses después.