La llegada de vocaciones colombianas a Italia a inicios de la década final del siglo XX, impulsó a la Orden de los Mínimos a erigir un convento permanente en Colombia. El convento de Bogotá fue inaugurado oficialmente el 22 de mayo de 1994, con ceremonia presidida por el Corrector General Padre Alessandro Galuzzi. Fueron los primeros moradores, además de algunos aspirantes, el italiano Padre Ottavio Laino y el español Fray Pedro Sanz. Fue destinado a casa de formación. En enero de 1995 fue ordenado sacerdote el colombiano Padre Martín Salgado de modo que la casa tuvo como Superior al Padre Laino y como formador y promotor vocacional al Padre Salgado. Aquel mismo año de 1995 el convento albergó un Congreso de estudios sobre la encarnación del carisma penitencial mínimo en Latinoamérica.