La Provincia monástica de Bélgica de la Orden de los Mínimos fue erigida en el Capítulo General de 1617. Hacia 1640 las diferencias entre religiosos de diferente procedencia hicieron nacer en la provincia importantes discordias que se reflejaron en el Capítulo Provincial de 1641, presidido por el obispo de Anvers. El
Corrector General para solventar la situación designó como Corrector Provincial al P. Pierre Canisius, quien en el Capítulo General celebrado en Roma en 1643 planteó la cuestión de la división en dos Provincias; los capitulares decidieron someter la cuestión al examen conjunto del Cardenal Protector, del General con sus
Colegas y el Zeloso. En 21 de junio de 1644 se decretó la división en Provincia Galo-belga y Flandro-Belga, procediéndose en 1649 a efectuar una concordia entre ambas. El Capítulo General de 1655 reunido en Roma aprobó y confirmó los mencionados división y acuerdo, pero en 27 de noviembre de 1655 Alejandro VII con la constitución
Inter gravissimas
volvió a reunificar la Provincia, estableciendo la alternativa en el Provincialato entre valones y flamencos, así como otras normas orientadas a mantener el equilibrio provincial conjugando la especificidad de cada grupo con la unidad. Esta Provincia comprendía los conventos de: Anvers,
Anderlecht,
Bruselas, Lieja, Mons, Grammont,
Lovaina, Jupille, Lille,
Douay y Dunkerque (estos tres últimos fueron agregados en 1680 a la
Provincia de Francia).